El cineasta iraní Mohammad Rasoulof, perseguido por el régimen de su país, regresa con un filme que refleja el clima de paranoia y represión en Irán. La película, inspirada en su propia experiencia en prisión, se estrena comercialmente el 27 de febrero de 2025.
Un retrato de la represión desde la mirada familiar
En un contexto de protestas y crisis social en Irán, La Semilla del Fruto Sagrado presenta la historia de Iman, un juez de la Guardia Revolucionaria que enfrenta el dilema de su lealtad al régimen y su papel como padre y esposo. Cuando su arma reglamentaria desaparece, la sospecha y el miedo lo llevan a cuestionar a su propia familia, reflejando el clima de desconfianza y opresión que atraviesa la sociedad iraní.
“La idea nació tras mi arresto en 2022, cuando el movimiento Jina (Mujer, Vida, Libertad) comenzaba a sacudir las estructuras del poder en Irán”, explica Rasoulof. “Desde la prisión, observé cómo la gente se resistía al miedo, cómo las mujeres tomaban la delantera en la lucha por sus derechos. Sentí la necesidad de contar esta historia”.
El director destaca que la desaparición del arma no es solo un recurso narrativo, sino una metáfora del control y la represión que el régimen ejerce sobre la población. “En Irán, el Estado impone su poder a través de la violencia. El arma perdida representa el temor de los opresores a perder ese dominio”, sostiene.
Un rodaje en la clandestinidad
Realizar la película supuso un desafío mayúsculo. Filmada en secreto y con un equipo reducido, la producción requirió extremas precauciones para evitar la intervención de las autoridades. “No podíamos darnos el lujo de un rodaje convencional. Cada día era un riesgo”, relata Rasoulof.
El elenco también asumió peligros considerables. Soheila Golestani (Najmeh), reconocida por su activismo, y Missagh Zareh (Iman), crítico del cine oficial iraní, aceptaron participar sabiendo que podrían enfrentar represalias. A su vez, las jóvenes actrices Setareh Maleki y Mahsa Rostami se sumaron al proyecto con plena conciencia del mensaje que la película transmitiría al mundo.
Un cineasta perseguido que no se rinde
Mohammad Rasoulof enfrentó censura y persecución desde hace más de una década. Sus películas, prohibidas en Irán, fueron premiadas en festivales internacionales, como Cannes y Berlín.
En 2024, logró huir del país junto con parte del equipo de La Semilla del Fruto Sagrado, pero su condena a ocho años de prisión, castigos físicos y la confiscación de sus bienes evidencian la ferocidad del régimen contra los artistas disidentes.
A pesar de ello, Rasoulof no cesa en su compromiso con el cine como herramienta de denuncia. “Las generaciones jóvenes en Irán han perdido el miedo. Ellos son la semilla de un futuro distinto”, concluye. La Semilla del Fruto Sagrado es, en sí misma, una prueba de esa resistencia.
REPARTO
Iman | Misagh Zare
Najmeh | Soheila Golestani
Rezvan | Mahsa Rostami
Sana | Setareh Maleki
Sadaf | Niousha Akhshi
Ghaderi | Reza Akhlaghi
Fatemeh | Shiva Ordooei
Woman in the Car Amineh Arani
FICHA TÉCNICA
Título: La Semilla del Fruto Sagrado
Título original: The Seed of the Sacred Fig
Dirección y Guión: Mohammad Rasoulof
Producción: Mohammad Rasoulof, Amin Sadraei, Jean-Christophe Simon, Mani Tilgner, Rozita Hendijanian
Compañías Productoras: Run Way Pictures, Parallel45
Dirección de Fotografía: Pooyan Aghababaei
Edición: Andrew Bird
Música: Karzan Mahmood
Año: 2024
Duración: 168 min.
Género: Drama
País: Irán, Alemania, Francia
Fuente: Prensa Impacto Cine
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