Pandemia por COVID-19 exacerba los factores de riesgo de suicidio - Agencia DAF

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21 septiembre 2020

Pandemia por COVID-19 exacerba los factores de riesgo de suicidio



El coronavirus está afectando la salud mental de muchas personas, especialmente trabajadores de la salud. Datos de estudios recientes muestran un aumento de la angustia, la ansiedad y la depresión

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió hoy que la pandemia por COVID-19 puede exacerbar los factores de riesgo de suicidio por lo instó a hablar del tema en forma abierta y responsable, permanecer conectados aún durante el distanciamiento físico, y aprender a identificar los signos de advertencia para prevenirlo.

El coronavirus está afectando la salud mental de muchas personas. Datos de estudios recientes muestran un aumento de la angustia, la ansiedad y la depresión especialmente trabajadores de la salud, que, sumadas a la violencia, los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, y las sensaciones de pérdida, son importantes factores que pueden incrementar el riesgo de que una persona decida quitarse la vida.

“Todavía no sabemos cómo el aumento de la depresión, la violencia doméstica o el consumo de sustancias impactará en los índices de suicidio en la región, pero es importante tomarse un minuto para hablar del tema, apoyarnos mutuamente en estos tiempos de pandemia y conocer los signos de advertencia del suicidio para ayudar a prevenirlo”, afirmó Renato Oliveira e Souza, jefe de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OPS.

Cada 10 de septiembre desde 2003, la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP), en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), promueve el Día Mundial de la Prevención del Suicidio. El tema de este año es Trabajar juntos para prevenir el suicidio.

En las Américas, se estima que aproximadamente 100.000 se quitan la vida anualmente, según los últimos datos disponibles de 2016. La mayoría de los suicidios en la Región se producen en personas de entre 25 y 44 años (36%), y en aquellas de entre 45 y 59 años (26%). Guyana y Surinam tienen las tasas de suicidio más altas de la región.

Al igual que en el resto del mundo, las tasas de suicidio en hombres son superiores y representan alrededor del 78% de todas las defunciones por suicidio. En los países de altos ingresos los hombres mueren por suicidio tres veces más que mujeres, y la razón es la mitad en los países de ingresos bajos y medios, donde tres hombres mueren por suicidio por cada dos mujeres.

“En 2020 nos encontramos en circunstancias muy inesperadas y desafiantes mientras nos enfrentamos a la pandemia por COVID-19. El impacto del nuevo coronavirus probablemente ha tenido un impacto negativo en el bienestar mental de todos. Y por eso, este año, más que nunca, es crucial que trabajemos juntos para prevenir el suicidio”, subrayó Oliveira e Souza. 

Permanecer conectados unos con otros y ser conscientes de los signos de riesgo de suicidio y cómo responder es especialmente importante para prevenir el suicidio. Aun en estos tiempos en que hay mayor distanciamiento físico, las personas pueden mantener conexiones sociales y cuidar su salud mental.



Signos de advertencia del suicidio

La mayoría de los suicidios son precedidos de signos de advertencia verbal o conductual como hablar sobre: querer morirse, sentir una gran culpa o vergüenza, o sentirse una carga más para los demás. Otros signos son sentirse vacío, sin esperanza, atrapado o sin razón para vivir; sentirse extremadamente triste, ansioso, agitado o lleno de ira; con un dolor insoportable, ya sea emocional o físico.

Asimismo, cambios de comportamiento como hacer un plan o investigar formas de morir; alejarse de los amigos, decir adiós, regalar artículos importantes o hacer un testamento; hacer cosas muy arriesgadas como conducir con una rapidez extrema; mostrar cambios de humor extremos; comer o dormir demasiado o muy poco; consumir drogas o alcohol con más frecuencia, pueden ser signos de advertencia del suicidio.

Intervenciones para prevenir el suicidio

El suicidio se puede prevenir y existen intervenciones eficaces. En un plano personal, la detección y tratamiento tempranos de la depresión y de los trastornos por consumo de alcohol son fundamentales para la prevención del suicidio, así como el contacto de seguimiento con quienes han tratado de suicidarse y el apoyo psicosocial en las comunidades.

Si una persona detecta señales de advertencia de suicidio en ella misma o en alguien conocido, debe buscar ayuda de un profesional de la salud lo más pronto posible.

Eliminar las barreras que dificultan el acceso a la atención en salud mental, limitar el acceso a los medios para suicidarse, brindar información veraz y apropiada sobre el tema en los medios de comunicación, así como reducir el estigma asociado a la búsqueda de ayuda también pueden contribuir a reducir el suicidio. 

La OPS está trabajando con los países de la Región para fortalecer los sistemas de salud que pueden estar faltos de recursos o sobrecargados debido a la pandemia por COVID-19, a fin de hacer frente al posible aumento de los trastornos de salud mental (tanto los nuevos como el empeoramiento de los preexistentes) y mantener la continuidad de la atención a las personas con problemas de salud mental y de uso de sustancias.

Asimismo, la OPS recomienda incorporar el apoyo de salud mental y psicosocial en los planes y esfuerzos de respuesta a la COVID-19. Algunas recomendaciones incluyen brindar atención remota o virtual, adaptar y difundir mensajes para la población general, así como para las poblaciones de mayor riesgo, y capacitar en el tema a trabajadores de la salud y otros miembros de la comunidad.

Fuente: Prensa OMS
Fotos: Archivo pixabay.com

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