Juan Carlos Murillo, representante regional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados - ACNUR y Pamela Malewicz Subsecretaria de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires conversaron sobre el impacto del COVID-19 en las personas que se vieron obligadas a abandonar sus países de origen.
"Las condiciones que hacen que una persona se vea forzada a solicitar la condición de refugiado/a en otro país es que su vida se vuelve intolerable. Y su vida se ve intolerable en el país donde vive porque sus derechos fundamentales como la vida, la seguridad o la libertad se ven vulnerados", explicó Juan Carlos Murillo.
"Las personas son perseguidas por el Estado en relación a su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social o en razón de sus opiniones políticas. En consecuencia, las personas no pueden continuar viviendo de manera digna desarrollando sus proyectos de vida y se ven obligadas a abandonar su país", sostuvo el representante regional de ACNUR.
Existen en el mundo 79.5 millones de personas desplazadas, esta es la cifra más alta no solamente desde la creación de las Naciones Unidas, sino después de que concluyó la II Guerra Mundial. Este dato quiere decir que un 1% del total de la población mundial -estimada en 7.700 millones de personas- son desplazados, con cifras que van desde 26 millones de personas refugiadas a 45.7 millones desplazas internas, 4.2 millones de solicitantes de la condición de refugiados.
"Las cifras son realmente abrumadoras y alarmantes. Existen cinco países que son los principales productores de refugiados y desplazados en el mundo: Siria, Afganistán, Venezuela, Sudán del Sur y Myanmar. Si lográramos encontrar una solución para la situación de desplazamiento en esos cinco países estaríamos resolviendo dos terceras partes de la cifra total de desplazados en el mundo", expresó Murillo.
Por su parte, Pamela Malewicz remarcó algunos datos de la situación de refugiados en el país: "En el año 2019 en Argentina se iniciaron 3.189 solicitudes de refugio. Hasta diciembre del año pasado, en el país vivían alrededor de 12.368 personas refugiadas o solicitantes de la condición de refugio".
"En los últimos años, de los países que provienen la mayoría de las personas son 32% de Nigeria, 30% de Venezuela, 18% de Senegal, 12% de Haití, 9% de Cuba, 7% de República Dominicana y 3% de Siria", agregó la Subsecretaria de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del GCBA.
Argentina es uno de los tres países del mundo más amigable con las personas refugiadas, este dato muestra la gran solidaridad que existe en la sociedad argentina. "Para nosotros es un orgullo ser parte de estas acciones, esta necesidad de colaborar y contribuir para soluciones duraderas y pacíficas también", aseguró Malewicz.
Respecto a la situación provocada por el COVID-19, Juán Carlos Murillo destacó: "La pandemia nos afecta a todos por igual pero impacta de manera desproporcionada a las personas solicitantes de la condición de refugiados y refugiadas".
"En un mundo donde todavía subsiste la persecución, la violencia y la intolerancia las personas tienen más dificultades efectos de abandonar los países en los cuales están siendo perseguidos. Igualmente, ante un cierre de fronteras, las personas tienen más dificultades para efectos de acceder a los países en los cuales buscan protección", analizó el representante de ACNUR.
"En ese sentido, es realmente digno de reconocimiento el hecho de que Argentina haya establecido excepciones al cierre de fronteras y que esté por regular los criterios en virtud de los cuales alguien igualmente que esté llegando a las fronteras argentinas igualmente se le permitirá ingresar para solicitar el reconocimiento a la condición de refugiado", remarcó Murillo.
"Cuando hablamos de la pandemia nos referimos a una crisis sanitaria, socioeconómica pero también una crisis de protección. La pandemia ha dejado a muchas personas solicitantes de la condición de refugiados y refugiadas en una situación de calle porque han perdido sus empleos, sus medios de vida en tanto estaban insertados en el sector informal y en consecuencia, hoy conjuntamente con el Gobierno de la Ciudad, el Gobierno Provincial y el Gobierno Nacional estamos fortaleciendo las acciones para brindarles una mayor respuesta humanitaria a través del acceso a albergues facilitando la entrega de alimentos, transferencia de dinero, kits de higiene y abrigo", aseguró.
"La pandemia nos ha afectado a todos, nos ha cambiado a todos pero también tenemos la gran oportunidad de hacer una diferencia, toda acción cuenta. En este sentido quisiéramos resaltar la gran muestra de solidaridad por parte de toda la sociedad argentina en el sentido de brindar una mano solidaria, brindar su cooperación a las personas solicitantes y refugiadas en el país", reconoció Murillo.
Pamela Malewicz destacó: "A través de nuestra Dirección de Colectividades, que depende de la Subsecretaría de Derechos Humanos, es que articulamos conjuntamente con ACNUR para poder brindar distintos tipos de atención y asistencia en este contexto tan difícil. Hasta el momento logramos asistir con alimentos a más de 600 hogares de personas migrantes y refugiadas".
Esta acción, se realiza cada quince días producto de la colaboración de muchas personas y donantes que se acercaron y de manera solidaria hicieron su contribución. Se entregaron 100 subsidios habitacionales a personas refugiadas y solicitantes de refugio en esta emergencia.
"A través de una articulación junto con el Banco Ciudad, estamos trabajando en la posibilidad de hacer una apertura de cuentas para que toda la entrega de fondos a beneficiarios sea a través de un sistema bancarizado. De esta manera, no solo garantizamos transparencia sino también la posibilidad de ingresar a las personas al sistema financiero de una manera más formal", aseguró Melewicz.
Informe: Damián Fanelli
Foto: Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural
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